La aplicación creciente de la filosofía del marketing en la actividad empresarial ha supuesto su entrada en diversos ámbitos y su difusión entre diversas instituciones. Pero siempre ha tenido especial énfasis en el ámbito de las empresas e instituciones, es decir en lo que nuestro derecho se define como personas jurídicas. El plan de marketing se ha revelado como un instrumento útil de planificación para numerosas instituciones privadas, públicas,… pero, ¿se puede aplicar también a las personas?
Sin duda, la respuesta es Sí. Especialmente en estos tiempos de crisis económica, se antoja prioritaria diferenciarnos del resto para conseguir nuestro objetivo, dada la gran competencia que existe. Cada una de las fases de un plan de marketing puede adaptarse a la esfera de lo personal, del individuo.
Para desarrollar el marketing individual hay que aplicar cada una de las fases del plan de marketing a la esfera del individuo:
1- Análisis del entorno
Análisis externo: : En este punto hemos de realizar una reflexión sobre todo lo que nos rodea, nuestro entorno. Partimos de lo más externo y general , como puede ser el estado la coyuntura económica de nuestro país (crecimiento económico, tasa de desempleo, consumo, etc…) para ir acotando más el círculo que nos rodea: datos económicos de nuestra comunidad , provincia ó ciudad.. Parece claro que la situación socio-económica del entorno puede condicionar la consecución de nuestros objetivos. Así pues, si nos planteamos un cambio de trabajo, la situación del mercado laboral influirá en nuestra planificación de cómo lograr el puesto que deseamos. Concretaremos en el análisis del sector al que pertenece nuestra actividad. Si la tasa de desempleo es mayor o menor en el sector en el que trabajamos o queremos trabajar, las expectativas serán más negativas o más positivas que en el mercado laboral global. Finalizamos el análisis con el estudio del mercado al que nos dirigimos, buscando información de las empresas que compiten en él, evolución y perspectivas de futuro de ese mercado, etc.
Análisis interno: Aquí se trata de llevar a cabo un proceso de auto-reflexión para analizar nuestras propias características individuales como productores de servicios. Hay que tratar de ser lo más objetivos posible e incluso conseguir la valoración de nuestras aptitudes de fuentes externas (personas de nuestro entorno, compañeros de trabajo, test psicológicos, etc…).
2- Análisis DAFO
Se trata del resultado del análisis interno y se configura como uno de los pilares fundamentales para el marketing individual. En este punto determinamos cuáles son nuestras “ventajas diferenciales” y nuestras carencias.
Se trata de sacar el máximo partido de nuestros puntos fuertes y ensombrecer lo más posible nuestras debilidades. En muchos casos, nuestra estrategia se fundamentará en explotar los puntos fuertes o eliminar los débiles para conseguir objetivos.
Por lo que respecta a los elementos externos, serán oportunidades aquellas situaciones que se presentan en nuestro entorno y que pueden favorecer la consecución de nuestros objetivos. Por el contrario, las amenazas representan un obstáculo para nuestras metas.
3- Objetivos individuales
Los objetivos pueden ser de naturaleza diversa y cambiar a lo largo de nuestra vida. Lo más habitual es que sean objetivos relacionados con la actividad profesional, pero el marketing individual puede aplicarse a cualquier ámbito personal (incluso podríamos utilizar un plan de marketing para conseguir pareja…)
Eso sí, los objetivos han de estar bien definidos y deben poder ser medidos y cuantificados.
4- Estrategias
Las estrategias han de determinar las líneas de actuación que nos han de llevar a nuestras metas personales. En el ámbito personal podemos incluso aplicar algunas de las estrategias que se utilizan en el mundo de la empresa. Por ejemplo, podemos plantearnos una estrategia de especialista que nos conduzca a ser un auténtico experto en una determinada área para conseguir nuestro objetivo laboral.
O aplicar una estrategia de comunicación para que nos conozcan en el mayor número de empresas posibles (estrategia de gran eficacia en el ámbito de las profesiones liberales).
5- Planes de acción
En esta fase establecemos un programa o conjunto de actividades que hay que poner en marcha para conseguir los objetivos planteados. Es importante tener en cuenta los siguientes puntos:
Cuantificar nuestros objetivos para que no sean excesivamente subjetivos.
Valorar el impacto económico que puede representar el plan de acción (Por ejemplo, si para conseguir nuestro objetivo necesitamos mejorar nuestra formación, hay que valorar el coste económico que ello representará)
Establecer el tiempo previsto para realizar el plan. Para conseguir los objetivos personales es fundamental establecer un calendario que nos motive a la consecución de objetivos (auto-disciplina).
6- Valoración/autocrítica
Esta fase ha de representar un proceso de seguimiento y auto-reflexión del desarrollo del plan de marketing individual. Hay que tratar de analizar si se han conseguido los objetivos pre-establecidos de manera total, parcial o simplemente no se han alcanzado. Esta valoración crítica nos permite poder identificar los posibles errores o desviaciones del plan.
Incluso podemos elaborar un “plan de contingencias” que recoja alternativas de ejecución frente a los posibles problemas que aparezcan en el desarrollo del plan.
En resumen hemos visto que el marketing es una disciplina aplicable a la consecución de los objetivos que se pueda plantear el individuo, desde el punto de vista personal o profesional. Así mismo, el marketing individual es directamente aplicable en el ámbito de los profesiones liberales (marketing profesional), para darse a conocer al mercado potencial y conseguir incrementar la cartera de clientes.
En un concepto muy comercial, podríamos decir que el marketing individual tiene como fin el “saber venderse” para lograr los objetivos profesionales y/ó económicos.
Se trata de aplicar las 4p’s del marketing a la persona:
El producto (product) es el propio individuo (actitudes, aptitudes, creatividad, conocimientos, habilidades, etc…)
La promoción/comunicación (promotion) es la manera de darse a conocer: (información personal, currículum, blogs, etc…).
La distribución (place) representa el canal mediante el cual el individuo puede hacer llegar la información personal que desea comunicar (mailings, bolsas de trabajo, networking, redes sociales, etc…)
El precio (price). En este caso podemos estimar el “precio” de nuestros servicios , analizando nuestro valor en el mercado (profesional-laboral)
El marketing individual puede ayudar a la persona en su proceso evolutivo, no sólo en la búsqueda del primer empleo, sino en la consecución de los diferentes retos profesionales/personales que se van planteando. Cabe destacar en este punto la gran utilidad del “marketing individual” en su vertiente de “marketing para profesionales”, como planificación estratégica de las profesiones liberales en el ofrecimiento y venta de servicios.
Espero que os haya servido de ayuda este articulo, próximamente subiré uno más avanzado y orientado a Internet.