Hay muchos emprendedores que, cuando empiezan un nuevo negocio, van a Vistaprint y hacen una tirada de 5000 tarjetas de visita con el nombre de su nueva empresa escrito sobre una plantilla genérica. Esto es algo más común de lo que parece: quieres tarjetas de visita, ¡y las quieres ya! ¡Tienes que repartirlas, tienes que demostrar que tu negocio ya funciona!

Cuando empiezas un nuevo proyecto, puede ser muy tentador esquivar el primer paso: el diseño del logotipo y el diseño de marca. ¿Por qué? Porque cuesta dinero y lleva tiempo, sin más. No todo el mundo tiene acceso a subvenciones, mecenas o herencias. Y nadie que esté empezando su propio negocio puede decir que le sobre el tiempo.

En mi humilde opinión de diseñador, el diseño de un logotipo es esencial para que tu negocio triunfe. Tu logo es casi como tu empleado más importante, siempre a la vista del público, representando a tu negocio incluso cuando no estás ahí. Debería de ser atractivo y representar la esencia de tu empresa. Tu logotipo debe de ser único, memorable, y diseñado de manera profesional.

Hay una relación directa entre lo que el cliente espera de ti y el profesionalismo que destilen tu logo, marca y materiales. Si inviertes en tu marca, esa inversión se compensará con creces a lo largo de la vida de tu empresa. El ROI de un diseño profesional es difícil de rastrear porque a menudo es sutil e indirecto, pero es muy real. Steve Jobs entendía esto. Algunas veces, lo único que hace que alguien que entre en tu bar en vez de entrar en el restaurante de enfrente es si les gusta el aspecto de tu logo.

Para las empresas de servicios como la consultoría, el coaching, los bufetes de abogados la inversión en tu marca es incluso más imperativa, ya que no puedes contar con que entren clientes en tu oficina al azar. Además, si no inviertes en marca pero cobras precios elevados, esto causa confusión en tus clientes.

El estilo de tu logotipo puede mostrar tu personalidad, atrayendo así al tipo de clientes que buscas. ¿De estos dos, a quién contratarías? ¿Quién crees que puede ser el más caro? ¿No te sorprendería, por ejemplo, si Manuel hubiera hecho una web para SEAT?

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¿Te imaginas a Manu trabajando en la web de Sony?

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Sé sincero: ¿a quién contratarías?

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El diseño de tu logotipo y tu marca están transmitiendo todo tipo de ideas y mensajes a tus clientes. ¡Asegúrate de que esas ideas sean las que tú quieres transmitir!

Si estás empezando un negocio, tu logotipo debería de ser una de las primeras cosas en las que pienses. Será la base para toda tu marca: web, tarjetas de visita, cartas, folletos, etcétera.

A no ser que tengas algo de experiencia y de talento artístico, deberías resistir la tentación de sacar tu copia pirateada de Photoshop e intentar hacerlo por tu cuenta. Incluso si consiguieses sacar algo medianamente decente, puede que no tengas la experiencia necesaria para diferenciar tipos de archivos y colores con los que los impresores trabajan.
Si no sabes la diferencia entre RGB y CMYK o entre vector y ráster, te recomendamos que no lo intentes hacer por tu cuenta.

¿Cuánto puede costarme un logotipo?

El coste de un diseño de logotipo puede ir desde gratis a millones de euros. Según diversas fuentes, BP se gastó casi 180 millones de euros en el rediseño de imagen que acometieron en 2008. Increíble, ¿verdad? El diseño de logotipos es un tipo de arte, por lo que el valor de un logotipo puede ser muy subjetivo.

¿Por qué algunos logos son mucho más caros que otros? Pagas más para tener más bocetos iniciales entre los que elegir, y pagas más a cuantas más revisiones sobre los conceptos tengas disponibles. Pagarás más si el diseñador es experto y es reconocido en su campo. Puede que pagues más si el diseñador está muy ocupado y no necesita más trabajo en el momento. Puede que pagues más si una agencia tiene costes extra (oficinas, publicidad, etcétera). Hay muchas razones que pueden afectar al precio.

Sin embargo, puedes obtener un logo atractivo, diseñado por un profesional, sin tener que gastarte más de cien millones como lo hizo BP.

El proceso del diseño

Cada diseñador y cada agencia tienen su propio proceso, pero da igual cómo sea éste: la comunicación es clave. Haz los deberes antes de que empiece el diseño. Busca logotipos que te gusten (no tienen ni porque ser de tu sector). Búscate un puñado de palabras que describan lo que quieres conseguir (femenino, retro, rústico). Describe también lo que no quieres (no quiero aparentar ser demasiado tradicional, por ejemplo).

Si es posible concierta una cita con el diseñador para elegir colores o mándales unas muestras de color que quieras para tu logotipo. Tu diseñador se ocupará de hallar el Pantone más aproximado.

Una vez que tu logo esté finalizado, asegúrate de conseguir el trabajo original en vector y ráster (como jpg o png). Quizás necesites otros formatos también. Es prácticamente seguro que no puedas abrir el archivo vectorial en tu ordenador, pero no te preocupes – guárdalo. Eso es lo que necesitarán las imprentas u otras compañías de diseño para el proceso de impresión.