Nos guste o no, todos acabaremos fracasando alguna vez. Todos nos hemos caído de la bici, hemos fallado goles a puerta o hemos recibido muchas negativas a nivel comercial simplemente para conseguir un contrato.
¿Sabes? Deberíamos de aceptar los fallos en lugar de evitarlos. Los fallos y los errores nos permiten crecer. Tienen un gran potencial, capaz de hacernos mejorar y crecer a través de la experiencia. Y sin embargo, el miedo al fracaso nos puede llevar a ser menos creativos, llevándonos a tomar menos riesgos y a parar la innovación.
Como agencia de publicidad debemos de librarnos del miedo al fracaso y arriesgar con los clientes. Si hay unas relaciones fuertes con clientes anteriores, ancladas en confianza, conocimiento y éxitos anteriores, deberíamos poder llevar nuestras campañas a la mesa sin ningún tipo de duda.
Aquí tienes una lista de cosas que debes de hacer para parar tus fobias y poder sugerirle nuevas ideas a tus clientes.
1. Enfréntate a tus miedos
Si has invertido el trabajo y el tiempo necesario para entender por completo a tus clientes y sus negocios, sabes lo cual es mejor para sus campañas de publicidad.
Pregúntate a ti mismo: ¿De qué tengo miedo? ¿Qué me impide ofrecerles algo completamente nuevo y creativo?
Si una idea se alinea con las metas de negocio y la identidad de un cliente, puede ser tu billete ganador – por muy arriesgada que sea.
>Las ideas descabelladas sólo son descabelladas hasta que funcionan. Cuando funcionan, son sólo ideas brillantes que nunca se le ocurrieron a nadie.
2. Sesiones de brainstorming, brainstorming, brainstorming
Hazlas de forma consistente, tanto en la empresa como con tus clientes.
Como agencia de publicidad, hay que generar tantas ideas de calidad y soluciones para los problemas existentes como sea posible. Recuerda que los intentos iniciales no se deben diseñar para el análisis ni para tomar decisiones, sino para poner en marcha el motor creativo.
Una vez tengas todas las opciones en la mesa, puedes decir qué ideas vale la pena elaborar.
3. Crea una lista de deseos
Si en una tormenta de ideas con tus compañeros salen ideas buenas que no se usan al final, deberías apuntarlas y dejarlas guardadas para posibles futuros clientes.
Este tipo de listas te ayuda a no olvidar las buenas ideas y a ser proactivo al aportar nuevas ideas al debate, además de servir como buen punto de referencia para nuevas ideas sólidas.
4. Prueba y #evoluciona ideas
Los hermanos Wright hicieron muchísimas pruebas antes incluso e que el rudimentario aeroplano despegara del suelo. Estas pruebas les facilitaron una gran cantidad de datos, mejoraron las capacidades de pilotaje de los hermanos y ayudaron a la construcción del primer avión exitoso en 1903.
Imítales. Prueba y evoluciona tus ideas con confianza. Anota cómo de bien funcionan, y revisa lo que funcionó y lo que no. Utiliza estos datos para decidir de forma más eficaz en campañas futuras.
A fin de cuentas no sabrás qué funciona hasta que lo pruebes, ¿no?