Gracias a los videos corporativos, podemos aumentar nuestras ventas, mejorar nuestra imagen empresarial y lograr una comunidad de seguidores que no conseguiríamos de otra forma.
Si ofrecemos a nuestros clientes, actuales o futuros, contenidos útiles y novedosos, conseguiremos no sólo que nos lean, sino que nos compartan. De este modo pasamos de realizar una búsqueda activa de clientes a delegar ese trabajo en ellos mismos, los cuales llegan a nuestra empresa desde los canales más variopintos.
Los contenidos de calidad se ven, se comentan y se comparten; más en concreto, los vídeos corporativos son el tipo de contenido más compartido y más visto en Facebook o Twitter, consiguiendo no sólo una mejora de nuestra imagen como empresa, sino la creación de una comunidad de simpatizantes dispuestos a recomendar tus productos.
No nos podemos olvidar tampoco de la adoración de Google por el vídeo: al tener más material audiovisual, estaremos mejor posicionado.
El uso de dispositivos móviles ha aumentado de forma vertiginosa, ya sean teléfonos inteligentes o tablets. ¡El acceso móvil a Internet supondrá un 30% del tráfico global en 2015!
En esta tendencia encaja perfectamente el vídeo, que capta mejor la atención que cualquier texto; un vídeo bien hecho consigue que las personas con prisas se paren y visiones, cosa que no logra un muro de letras.
La realidad es que el 25% de las campañas de marketing móvil incluyen vídeos: ya no estamos ante una simple moda.
¿Eres capaz de hacer una compra costosa sin mirar los comentarios de los usuarios? No, ¿verdad?. Si no le ofrecemos al cliente toda la confianza, no podremos aprovecharnos del enorme incremento que ha sufrido la venta online.
¿Cómo mostrar las bondades de nuestro producto a nuestros clientes, sabiendo que una gran mayoría de ellos no suelen tener la paciencia para leer grandes parrafadas? Se sabe a ciencia cierta que la mayoría de usuarios no lee el texto que le presentamos en la red, sino que lo escanea, perdiendo mucha información que podría ayudarnos en nuestras ventas.
Sin embargo, un vídeo ya es otra cosa: un rostro amigo hablando de su experiencia personal con nuestro producto marca la diferencia. Es obvio que se necesita una productora profesional que sepa hacer bien su trabajo, ya que hacerlo mal podría resultar contraproducente.
Yendo más allá, los vídeos largos en los que un cliente habla detalladamente de su experiencia son cada vez más populares. Al entrar en detalles, consiguen que tu cliente potencial ya se imagine trabajando contigo.
Las marcas, actualmente, ya son globales. Gracias a las nuevas tecnologías podemos poner nuestro producto y nuestra publicidad al alcance de todo el globo. La herramienta más rápida y sencilla de la que disponemos para mostrar nuestros bienes es el vídeo corporativo, sin la necesidad de tener personal o costosas oficinas en cada país.