Como ya vamos haciendo desde hace un par de semanas, en esta entrada os queremos hablar de cómo nuestra agencia de publicidad agarró la imagen de otra empresa, dándoles un cambio de imagen de 180 grados a fin de renovar su imagen y su presencia.
En este caso, sin embargo, es un proyecto que nos cae muy de cerca. Un proyecto al que le tenemos especial cariño, por nuestra relación continuada y cercana con los dueños de la empresa; desde que empezamos a trabajar con ellos, supimos que esto iba a ser una relación profesional duradera, y así se ha demostrado con el paso del tiempo.
Os estamos hablando de Pollos Cáceres.
Pollos Cáceres, para quienes no les conozcáis, es una compañía familiar con más de cuarenta años de presencia en el sector avícola, dedicándose a la comercialización de productos frescos derivados del pollo y otras aves, así como de elaborados.
El logotipo
Si hay algo, una cosa sola, que no tenían claro en Pollos Cáceres, era su identidad corporativa. Desde una representación artística/realista de un pollo embutido en un círculo, a su famoso Superpollo, no tenían muy claro qué tenían que mostrar con su imagen.
Era hora de atacar por ahí. Era hora de que nuestra agencia renovara la imagen y, lo que es más importante, la unificase.
Lo reconozco: este fue uno de los primeros proyectos ‘grandes’ que acometimos. La oportunidad de trabajar con una empresa como esta era algo especial para nuestra agencia: no estamos hablando de un negocio cuyo logotipo aparezca en tarjetas de visita o en la fachada de su edificio. Hablamos de una empresa que distribuye alimentos a supermercados, con lo que la imagen corporativa sería visible. Muy visible.
Pero bueno, ¿a quién le asusta la presión feroz? ¡A nosotros no!
A nivel personal, como diseñador, soy amigo de las formas circulares, cuadradas, proporcionadas —en medida de lo posible— con respecto a 1:1; ahorra mucho trabajo posterior a la hora del rediseño de las redes sociales, ya que todos los avatares son cuadrados.
Presentamos varias propuestas que podéis ver aquí abajo, todas basadas en círculos u óvalos, haciendo hincapié en la figura del gallo, y ‘mencionando’ en alguna ocasión los huevos.
Tras varias reuniones y llamadas telefónicas, nuestro cliente decidió quedarse con una mezcla: la imagen del primer logotipo y la tipografía del tercero.
Ahora, me gustaría que os fijaseis en un detalle en particular del diseño del logotipo. ¿Veis como los picos cambian entre dibujo y dibujo? Eso es para armonizarlos con la tipografía. Es un detalle un poco insignificante, pero ya sabéis: el detalle marca la diferencia.
Identidad corporativa
Con el logotipo ya listo, decidimos que era hora de meterle mano a la identidad corporativa básica: tarjetas, papel de carta, papel de factura, o incluso los tan socorridos albaranes con autocopia.
Una vez decidido el logotipo y los colores oficiales de la empresa, decidimos irnos al minimalismo, a lo más simple y funcional; es siempre lo que mejor funciona.
Podéis ver las tarjetas aquí abajo.
No todas las cosas que hacemos son cosas bonitas que enseñar, cosas hermosas que mostrar al mundo o de las cuales nos tengamos que sentir orgullosos al verlas en un lineal de supermercado.
Eso sí, todos nuestros trabajos son funcionales.
Por poner un ejemplo básico, este albarán diseñado y pensado para su impresión en papel autocopiante, para su uso diario por los transportistas y comerciales de Pollos Cáceres.
Toda la información legal, de contacto y necesaria para las tareas diarias de un distribuidor de pollos del nivel de Pollos Cáceres, resumida en un solo folio y lista para ser usada.
Las fotografías
Vimos que tras el cambio de logotipo e identidad corporativa, si queríamos poder hacer un trabajo de diseño en condiciones, necesitaríamos fotografías de máxima calidad. Este cliente en particular no nos pillaba cerca (en términos locales, un par de horas de coche no es cerca), pero valía la pena hacer el viaje.
Nuestro querido Javier Ramos se plantó allí con nuestro fotógrafo y se dedicó a hacer un trabajo soberbio de fotografía, enfocando sus esfuerzos en las instalaciones pero sin olvidar los productos comercializados por nuestros amigos de Pollos Cáceres.
Podéis ver una pequeña muestra de dichas fotografías aquí abajo. ¡Atentos a los detalles!
La página web
Fotografías, logotipo, identidad corporativa… nos vamos acercando a lo que necesitamos y queremos, a lo que como agencia de publicidad debemos de entregar al cliente. Es el momento ideal para ir a por la página web.
A bote pronto, cuando vemos la antigua web de Pollos Cáceres, nos encontramos con diversos problemas a solucionar.
Por un lado, la imagen corporativa no tiene nada que ver, absolutamente nada que ver con la que le hemos creado; a fin de cuentas, esa era la idea tras el cambio de imagen, ¿no?
Es una página completamente estática, con una tipografía básica, apelotonada y poco legible, además de no estar adaptada a móviles, lo cual es un gran problema a ojos de Google y un gran porcentaje de los mortales.
La pagina web estaba hecha con tablas, amén de tener un peso innecesario en imágenes de “fondo” (degradados fácilmente replicase con CSS, bordes, curvas) y era una pesadilla de accesibilidad.
En la nueva página web, tal y como seguimos la tendencia de nuestros proyectos Creative, nos basamos en imágenes grandes e impactantes como primer golpe visual.
También enfocamos nuestras prioridades hacia la legibilidad del texto; no nos basta con que el texto esté ahí para que Google lo encuentre y nos ame, necesitamos que sea legible y confortable para el usuario final; para esto nos decidimos por una letra serif como Vollkorn, una de las mejores tipografías ofrecidas por Google Fonts, con un interlineado generoso y un color que si bien no llega a ser negro, es cómodo para el ojo humano.
Es en esta página, más concretamente en “Sala de despiece” es donde empezamos a usar las fotografías aportadas por el fotógrafo de la empresa, con la idea de definir las partes más importantes del proceso de despiece del animal (siento ser tan gráfico).
Por supuesto, con vistas a las visitas del usuario final y a conseguir una presencia amplia en las redes sociales, abrimos un blog enfocado principalmente a las miles de recetas de cocina que se pueden hacer con pollo.
El catálogo
Mientras que la página web —la cual, modestia aparte, nos ha quedado sorprendentemente bien— está ahí, los comerciales y los gestores de Pollos Cáceres siguen necesitando material físico que presentar, y no me refiero a las tarjetas de visita (las cuales mencioné hace unos párrafos).
Les hacía falta un catálogo, y nuestra agencia se puso manos a la obra.
Tras una breve sesión de brainstorming (sí, es cierto, a todos los publicistas nos gustan los palabros en inglés), nos decidimos por un tríptico doblado en acordeón.
En este tríptico nuestra agencia de publicidad muestra básicamente la misma información que en la página web, de una forma legible, sencilla y gráficamente concorde con la imagen corporativa de la empresa. Eso sí, con menos palabras ¡y sin recetas de cocina!
Volvemos a usar las magníficas fotografías de las que hablábamos al principio, ya que no usarlas hubiera sido una locura.
Una empresa del nivel de Pollos Cáceres —de cualquier nivel, realmente— no se merece tener una imagen tan anticuada y tan obsoleta como la que tenían. Necesitaban un cambio, y los integrantes de esta agencia de publicidad estuvimos encantados de participar en el mismo.
Sabemos que aquí no termina nuestra relación laboral, ya que hay ciertas cosas todavía en el tintero, preparándose poco a poco en nuestro ~~laboratorio secreto~~ despacho, dispuestas a tomar el lineal de tu supermercado más cercano al asalto.
Pero, como decía Michael Ende, “eso es otra historia, y deberá ser contada en otra ocasión”.